Veamos lo que decía Bertrand Russell sobre Kant:
En Historia de la filosofía occidental (1946) Russell se centró principalmente en dos problemas relacionados con la opinión de Kant de que la percepción vincula nuestra mente con "las cosas en sí mismas". Son esos problemas, según Russell, los que hicieron que los sucesores de Kant se apartaran de su filosofía teórica.
El primer problema se refiere al vínculo causal que Kant postulaba entre nuestra percepción y las "cosas en sí". Es decir, Kant sostenía que las "cosas en sí" son las que causan nuestras percepciones. Sin embargo, este punto de vista contradice frontalmente otro punto de vista básico de Kant: que la causalidad es una categoría subjetiva, y como tal no pertenece en absoluto a las "cosas en sí". Este es quizás el problema más famoso de la filosofía teórica de Kant, y todos los sucesores de Kant respondieron a él.
El segundo problema se refiere a la opinión de Kant de que las causas reales de la percepción, las "cosas en sí", no están en el espacio físico. Y que es nuestra mente, nuestra subjetividad, la que "ordena" las percepciones en el espacio físico. El problema es que Kant no proporcionó una explicación plausible, sobre qué base "ordenamos" las percepciones en el espacio, por nosotros mismos. Un problema similar se refiere a la ordenación de los acontecimientos perceptivos en el tiempo. El segundo problema influyó en los más realistas de los sucesores de Kant, como Schopenhauer.
Russell resumió:
La "cosa en sí" era un elemento incómodo en la filosofía de Kant, y fue abandonado por sus sucesores inmediatos, que en consecuencia cayeron en algo muy parecido al solipsismo. Las inconsistencias de Kant fueron tales que hicieron inevitable que los filósofos influidos por él se desarrollaran rápidamente en la dirección empírica o en la absolutista; fue, de hecho, en esta última dirección en la que se movió la filosofía alemana hasta después de la muerte de Hegel.(p.650)
Esto es muy controvertible, y si Russell se cree que un tio como Kant hubiera pasado por alto dicho punto es que le faltan luces al respecto.
El mundo en sí (la cosa en sí) es un mundo perfectamente jovenlandesal. Kant lo define como el verdadero "reino de los cielos" al final de su "crítica de la razón pura".
Cuando uno entiende qué significa eso para la tradición teológico-cristiana (de donde mama toda la filosofia y ciencia moderna) entiende qué quiere decir que "la cosa en sí" sea un mundo sin fuerzas ¡En
el mundo en sí no existen fuerzas interactuando violentamente con las cosas tal y como sí "apreciamos" subjetivamente nosotros al mirarlo!
El
mundo en sí,
para entendernos un poco, sería un mundo
completamente inercial: de seres o entes ("sistemas") que se comportan exclusivamente por sí mismos (manifestando una regularidad -ley- perfecta) y no como consecuencia de hipotéticas fuerzas externas que les obligan a actuar de una forma u otra; tal y como apreciamos nosotros y, sobre tal apreciación, entonces creamos nuestras hipótesis físicas (los juicios sintéticos a priori) -
Kant deja claro que toda teoría física es siempre hipotética, por ser una mera representación cognitiva humana reflejo de sus capacidades, caracterizada por describir el mundo como compuesto de fuerzas o causas, las cuales serían siempre aparentes y ficticias.
Así pues, la idea de Kant es muy interesante; dice que el desarrollo de la física como ciencia, o de cualquier otra ciencia natural, consiste, poco a poco, en darse cuenta de que toda fuerza (causa) detectada por nosotros entre sistemas, o entes, y sobre la cual solemos estructurar nuestras teorías, en realidad es aparente o ficticia: Por tanto, Kant apela a que la ciencia tiene que ir comprendiendo, poco a poco, que la realidad, propiamente dicha (la cosa en sí), es siempre un mundo inercial -
sin fuerzas que actúen sobre sus entidades.
Curiosamente Einstein parece que comprendió esto en gran parte cuando estipuló el "principio de equivalencia", que fundamenta su teoría general de la relatividad, y gracias al cual ya entendemos que "la fuerza de la gravedad" no existe; sería una fuerza ficticia. Cuado un cuerpo está en caída libre, en relatividad general, ya no se considera que está sometido a una fuerza, sino que está en un sistema inercial, que es diferente, en todo caso, al de su alrededor más próximo.
Por tanto, Kant entiende que a nosotros nos parece estar viviendo en un mundo en conflicto constante donde las cosas ejercen sus fuerzas o potencias violentamente sobre las demás, obligándolas a un comportamiento u otro. Pero ésta sería una visión errónea, imperfecta, aparente de la realidad, dice Kant. Sería pura representación fenoménica y por tanto, una ilusión mental.
En realidad, esgrime kant, la existencia sigue un comportamiento perfectamente inercial, no violento, sin causas (sin fuerzas actuando). Es un comportamiento (ethos) que no podemos jamás llegar a comprender por completo debido a nuestras nuestras limitaciones cognitivas, pero que sí podemos comprender que debe de ser así. De modo que lo ideal sería intentar vivir como si estuviéramos realmente en tal mundo, y no en el mundo ilusorio que vivimos autoengañados: el mundo de las fuerzas hipotéticas. Contra esta idea, que de alguna manera también terminó siguiendo Einstein por ejemplo, Nietzsche se opuso diciendo que lo único ilusorio era ese mundo ideal sin fuerzas.
Por tanto, si entendemos lo que nos quiere contar Kant y seguimos su idea al dedillo, entonces es fácil comprender que detrás de ese lenguaje escolástico-académico tan farragoso y pedante suyo se abriga la idea de que nada puede ser causa de nuestras experiencias porque
en realidad no habría causas o fuerzas que actuaran sobre nosotros, generando con ello nuestra percepción o representación mental de ello. ¿Cómo hay que pensar la activación de nuestra sensualidad trascendental entonces? Aquí lo dejo para q los foreros lo rumien.