Una visión un tanto idílica del modelo asambleario.
La realidad no es tan "amable". La asamblea más básica y que se repite en cientos de miles de casos en España son las juntas de las comunidades de vecinos.
Y yo a todas las juntas a las que he asistido de multitud de comunidades de vecinos no se caracterizan precisamente por la "ayuda, convivencia, cooperación, esfuerzo, libertad con responsabilidad, compañerismo, amistad, vecindad, etc. etc. etc." Son generalmente bastante diferentes. Son punto de enfrentamientos, de discusiones acaloradas por insensateces, de amenazas, de acusaciones de administración desleal, robo o incapacidad, de decisiones de cosa, de inutilidad total... Y no hablo de comunidades de lumpen sino de comunidades buenas. No me quiero imaginar las del lumpen...
Si una comunidad de vecinos de cosa deja mucho que desear como modelo asambleario no le quiero imaginar asambleas de áreas más grandes con decisiones mucho más importantes.
Pero sí, en el papel es muy bonita esa vecindad y toma de decisiones común y amigable.
